El lunes se convirtió en un día de pesadilla para los usuarios del colectivo 221, la vital conexión entre Santa Clara del Mar y Mar del Plata. Inexplicablemente, el servicio se vio fuertemente afectado por demoras significativas, y lo peor aún podría estar por venir.
Según datos comparativos con el cronograma de un día sábado, los tiempos de espera se extendieron considerablemente. Al ritmo actual de falta de combustible, la línea 221 se encamina hacia la implementación de horarios de día domingo, lo que complicaría aún más la vida de los pasajeros.
El problema se extendió más allá de las largas esperas, con vecinos de Mar de Cobo y Balneario Mar Chiquita quedando literalmente varados en las paradas. Los servicios se volvieron intermitentes, con pausas de hasta 40 minutos entre cada uno, provocando aglomeraciones y dificultades para abordar los colectivos.
La situación se agrava al considerar el estado lamentable de las unidades de la línea 221. Los usuarios se enfrentan a una verdadera odisea, mientras las autoridades permanecen en silencio y ninguna fuerza política ha presentado una propuesta viable para el transporte público en esta crucial ruta.
