A pocos días de las elecciones de balotaje, el ministro de Economía de Argentina ha tomado una medida que no pasa desapercibida: a partir de medianoche, los precios de los combustibles aumentarán entre un 5% y un 8%, dependiendo de la marca de nafta. YPF, la emblemática empresa de bandera, se unirá a este incremento, poniendo fin a un acuerdo que mantenía los precios bajo control.
Este aumento inesperado en los combustibles ha sorprendido, ya que YPF históricamente ha seguido las políticas del gobierno. Sin embargo, esta vez parece haberse desvinculado de la presión gubernamental, marcando una excepción.
La situación se agrava en regiones turísticas como Santa Clara del Mar y Mar del Plata, donde se espera un aumento promedio del 8% en los surtidores, lo que podría afectar significativamente a los ciudadanos y al sector del turismo.
Además, este incremento podría repercutir en los precios de productos básicos, agravando la ya complicada situación económica. Noviembre también trae consigo aumentos en otros servicios esenciales.
El ministro de Economía, Sergio Massa, ha declarado que están negociando con las petroleras un aumento de precios que no supere el 10% y que se espera sea de un dígito. Mientras el conflicto por la nafta se resuelve gradualmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires, la incertidumbre económica persiste en el país.
A 19 días del balotaje, este aumento de combustibles plantea un desafío para el gobierno y añade más presión a un escenario político ya tenso. La renegociación del acuerdo de precios con las petroleras se convierte en un factor crucial en el panorama económico argentino, y su desenlace podría influir en las decisiones de los votantes en las próximas elecciones.
